Esta terapia actúa directamente a nivel emocional, al estabilizar las emociones la respuesta frente a un estímulo o una situación, se modifica. Por lo que permite al adulto a cargo, educar dicha conducta y guiarla a un estado esperado o deseado, modulando así la intensidad de la personalidad que tiene la niña/o.
Un duro desafío para muchos padres que dicen sentirse alarmados, angustiados y sobrepasados, es cuando se ven enfrentados a las continuas reacciones que se encuentran fuera de control en sus hijos tanto en casa como en la escuela.
Al ingresar las esencias adecuadas permite estabilizar reacciones como: gritos, golpes, auto agresiones, rabias descontroladas, oposicionismo desafiante, falta de escritura, tareas inconclusas, hiperactividad, etc. Este tipo de conductas se dan porque hay una emoción afectada a la base que se suma a la condición que el menor tiene. Las emociones generalmente tienen que ver con la rabia, ansiedad o la desmotivación, pero cada una de estas debe revisarse detalladamente para ser asertivos en la formulación.